La fuerza de la oración

Tenemos buenos amigos. Amigos que hacen presente al Buen Amigo, el Señor. En estos días en los que estamos orando por Alba y por Laura, y por todos los enfermos de nuestra parroquia.

La Liturgia de la Iglesia nos propone esta oración, con la que el Domingo pedimos por ellos

Dios y Señor nuestro, salvación eterna de cuantos creen en ti, escucha las oraciones que te dirigimos por tus hijos enfermos; alívialos con el auxilio de tu misericordia para que, recuperada la salud, puedan darte gracias en tu Iglesia.  Por nuestro Señor Jesucristo.

Desde esta página http://oremosx.blogspot.de difunden oración también por ellas. Y les damos las gracias

Por Laura (catequista de nuestra parroquia)

Que el Señor la conforte en este duro momento y pongamos ante Él nuestra súplica para que si es su voluntad alcance la mejoría que todos deseamos.

Oh María! fiel y solicita intercesora nuestra ruega a tu hijo por la mejoría de Laura tu sierva y ayuda a su familia y a todos los que están cerca de ella  a aceptar aquello que no llegamos a entender. Tu que eres madre consuela su sufrimiento y alivia su dolor.

Amen

Por Alba (niña de catequesis, de 10 años)

Amado Señor, tú conoces el corazón de tus hijos, y no te quedas indiferente ante el pobre que te suplica. Tú sabes lo que nos aflige, tu comprendes la preocupación de los padres ante la enfermedad de alguno de sus hijos. Vengo hoy, como el funcionario real del Evangelio, a pedirte que  sanes a tu hija Alba.

Señor, a ti que quieres que tengamos vida en abundancia, te pido que por el poder del misterio de tu infancia y tu vida oculta en el hogar de Nazaret, sanes al niña a quien tú conoces y amas. Cuida de su cuerpo y de su alma. Pasa tu mano sanadora sobre ella para que sienta tu alivio, tus cuidados y se restablezca prontamente, según tu voluntad.

Tú, que recibiste los amorosos cuidados de María y José, consuela y reanima a su padre y a su madre, no dejes que caigan en la desesperación, en la duda, en la depresión, sino que desde su dolor y preocupación recurran a ti como fuente de verdadera, plena, y duradera curación del cuerpo y del alma.