Planificamos…

Buenos días. Y feliz Domingo. Os informamos de las disposiciones de nuestra Archidiócesis, por las que nos regimos para la progresivo reinicio de la celebración pública en nuestra parroquia. Os recomendamos la lectura completa. Aquí tenéis el comienzo que consideramos indispensable su lectura. Actualmente estamos aun en fase 0. Os iremos informando oportunamente de los siguientes pasos. 

En «este tiempo de dolor y sufrimiento a causa del fallecimiento de seres queridos y de los graves problemas sanitarios, sociales, económicos y laborales», la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha hecho pública una nota [disponible íntegra en este enlace] en la que apela a la «esperanza», la «comunión» y la «caridad personal, política y social» para iniciar, «aún con reservas y precauciones, la recuperación de las actividades habituales de nuestra vida común».

Después de agradecer los esfuerzos y la entrega del personal sanitario, de los trabajadores que han garantizado otras actividades básicas y de los sacerdotes, consagrados y laicos, la CEE plantea la necesidad de seguir apoyando el trabajo de Cáritas y otras instituciones eclesiales para hacer frente a «las consecuencias de la pandemia» y muestra su deseo de «recuperar progresivamente la normalidad de la vida eclesial».

Aunque en «esta fase de transición» se mantiene «la propuesta de dispensar del precepto de participar en la Misa dominical» y se sugiere a mayores, enfermos y personas de riesgo «que consideren la posibilidad de quedarse en casa» y seguir las celebraciones por los medios, los obispos plantean unas pautas y recomendaciones organizativas e higiénicas para retomar el cuto en los templos, «siempre a expensas de las normas de las autoridades sanitarias». Las reproducimos a continuación:

1. Fases de aplicación

Fase 0: Mantenemos la situación actual. Culto sin pueblo. Atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos. Preparamos en cada diócesis y parroquias las fases siguientes.
Fase 1: Se permite la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias. Quizá con preferencia al acompañamiento de las familias en su duelo.
Fase 2: Restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios –mitad del aforo, higiene, distancia– y medidas que se refieren a continuación.
Fase 3: Vida pastoral ordinaria que tenga en cuenta las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad.