La alegría de una evangelización misionera

¡Qué alegría vivir conociendo y dando a conocer a Jesucristo! Sintamos la alegría de vivir, conscientes siempre, como miembros vivos de la Iglesia que somos, de que sabemos por revelación de Dios y por la experiencia humana de la fe que solamente Jesucristo es la respuesta total, sobreabundante y satisfactoria a todas las preguntas humanas sobre la verdad, el sentido de la vida, el sentido de la realidad, la felicidad, la justicia y la belleza. Estas preguntas están en el corazón y en la vida de todos los hombres, en todas las latitudes de la tierra, unas veces conscientes en la vida de los hombres y otras no. Pero el no tener respuestas para las mismas, o pasar de hacernos tales preguntas, es síntoma de una grave enfermedad, como es “la falta de alegría”. Algo sucede en el corazón del hombre, pero de una manera especial lo experimentamos y constatamos en nuestra realidad histórica, pues esas preguntas a las cuales aludía están en el corazón de todo ser humano, están arraigadas y laten en lo más humano de todas las culturas. Es cierto que a veces unos ni se las hacen, otros no tienen respuesta, pero cuando no hay alegría en lo profundo del corazón del hombre, hay desesperanza, desilusión, miedos, cerrazón, exclusiones, no deseos de encuentro. Por eso, sabiendo esto y viendo cómo queda el ser humano cuando padece “la falta de alegría, ¡cómo no vamos los cristianos a salir a anunciar a quien cura, alienta, abre el corazón, nos abre a la vida, nos abre a los otros, a todos sin excepción! Jesucristo es la alegría, por ello, “la alegría de una evangelización misionera”. Continuar leyendo «La alegría de una evangelización misionera»

Os invito a todos a vivir juntos dejándonos abrazar por el amor de Dios.

fuente: archimadrid.org

HOMILÍA DE MONSEÑOR DON CARLOS OSORO SIERRA

EN LA MISA ESTACIONAL CON MOTIVO DE LA

TOMA DE POSESIÓN DE LA ARCHIDIÓCESIS DE MADRID

Sábado, 25 de octubre de 2014


toamdo de archimadrid.org

Excmo. y Rvdmo. Sr. nuncio de Su Santidad.

Eminencia reverendísima, señor cardenal D. Antonio María Rouco, arzobispo, emérito, de Madrid.

Queridos obispos auxiliares, D. Fidel, D. César y D. Juan Antonio. Deseo, también tener un recuerdo muy especial por quien en estos momentos estará rezando por mí y por vosotros, el obispo auxiliar, emérito, de Madrid, Mons. D. Alberto Iniesta, con quien hace muy pocos días estuve en su residencia de Albacete. Continuar leyendo «Os invito a todos a vivir juntos dejándonos abrazar por el amor de Dios.»

DAR GRACIAS A DIOS: en una hora nueva de la Archidiócesis de Madrid

Mis queridos hermanos y amigos:

Dar gracias a Dios es deber primero y fundamental del hombre en toda ocasión y en todo tiempo. En realidad la vida humana se logra cuando puede ser interpretada y realizada como una acción de gracias a Aquél de quien procede todo bien: bien natural y bien sobrenatural. Todo lo que existe sería nada sin el Dios Creador; el hombre sin Él, Creador y Redentor, se vería remitido a la perdición. En saber dar gracias a Dios Padre, que nos ha salvado por Jesucristo su Hijo –¡Hijo de Dios e Hijo de María!– en el amor infinito del Espíritu Santo, consiste la regla de oro para que nuestra vida en la peregrinación de este mundo sea cada vez más plena y más felizmente lograda: ¡verdadera senda de santidad! San Ignacio de Loyola la ha interpretado genialmente cuando en la última meditación de sus Ejercicios “para contemplar amor” invita a orar así a los que los practican: “Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y poseer. Vos me lo distéis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro. Disponed de ello a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta”.

El pasado 28 de julio se cumplían veinte años de mi nombramiento como Arzobispo de Madrid. Continuar leyendo «DAR GRACIAS A DIOS: en una hora nueva de la Archidiócesis de Madrid»

Quiero estar a vuestro lado, ayudadme

CARTA A LA ARCHIDIÓCESIS DE MADRID

Tras ser nombrado por el Papa Francisco Arzobispo de Madrid

Agradezco al Santo Padre, el Papa Francisco, la misión que me encomienda como Sucesor de Pedro, en la Archidiócesis de Madrid. Querido Sr. Cardenal, Don Antonio María Rouco, desde hace muchos años, siendo ambos jóvenes, S.E.R. como profesor y yo como alumno, nos conocemos. Guardo un recuerdo, agradecimiento y afecto sincero de aquellos años que marcaron mi vida para siempre en Salamanca. Gracias. Queridos hermanos Obispos Auxiliares, D. Fidel, D. César y D. Juan Antonio, desde estos momentos, gracias por vuestra acogida y ayuda. Quiero tener un recuerdo especial por el Obispo Auxiliar Emérito de Madrid D. Alberto. Gracias, hermanos.

Queridos hermanos sacerdotes, seminaristas, religiosos, religiosas, miembros de institutos seculares y sociedades de vida apostólica, queridos laicos, hermanos y hermanas:

Desde el momento que he sabido que el Santo Padre, el Papa Francisco, me enviaba a la Archidiócesis de Madrid, he tenido la percepción de que el Señor se acercaba una vez más a mi vida para decirme como a los apóstoles: Continuar leyendo «Quiero estar a vuestro lado, ayudadme»